jueves, agosto 25, 2005

Respirando Santo Domingo

Desde que uno viaja, se da cuenta de que cada país tiene su propio olor. El país en general tiene su olor, pero también las ciudades y el campo.

Cuando estoy en RD y camino por las calles, solo trato de tener en la mente el olor de los inviernos frescos en los campos de Finlandia, para no darme cuenta cuando inhalo el olor podrido de los basureros de la ciudad. Aparte de esto, siempre he preferido el olor de la capital de Finlandia, Helsinki, comparado con el olor húmedo y contaminado de Santo Domingo (y no estoy diciendo que Helsinki no tenga contaminación, pero por lo menos no hace tanto calor), pero hoy, al abrir mi maleta, mi nariz se lleno del olor de Santo Domingo, y me sentí tan bien. Cerré los ojos, respiré profundo y pensé en casa. Ya, hasta en los olores, Santo Domingo es mi casa, sin importar sus defectos.

3 comentarios:

Ivan T.B. dijo...

Esa es una característica de Santo Domingo, es una ciudad (con sus problemas y todo)que tiene un aire mágico que te atrapa.

Glad dijo...

Estoy de acuerdo

Chikita dijo...

Tantos olores y mezclas y a veces deseamos inmiscuirnos en otros mundos sin pensar que a veces donde estamos es mejor, o tal vez lo contrario...
Cuidate mucho...
Disfruta...