viernes, julio 22, 2005

Dieta de Gatorade

Un dia después, el fallo siguió su camino del cerebro para abajo. Me obligó a ponerme en dieta a base de Gatorade y a estudiar cuidadosamente las curvas y desperfecciones del inodoro. Me puso a practicar todos los sonidos felinos parecidos a la expresión del dolor y malestar. Pasé unos dias horribles, temblando y llamando a Caaarlos desesperadamente cada 5 segundos. El pobre lo aguantó, me cuidó bien y ya estoy back in the game, again. No con más fuerza ni mejor ánimo, sino con más trabajo y mejor sueño, pero sin fallos y con otra experiencia más en la lista de enfermedades tropicales. Nice.

1 comentario:

Eveliina dijo...

jajaja...
I see. you really can't give up!